La riqueza natural de Zapallar y Cachagua: 4 paseos imperdibles

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Es común que durante los meses de verano, miles de personas se trasladen hasta la comuna de Zapallar, de la que también es parte la playa de Cachagua, para disfrutar de unas reponedoras vacaciones cerca del mar. Y es que sin duda, pasar horas en la arena, disfrutando de la brisa marina y de frescos atardeceres, no tiene precio. Sin embargo, estas localidades ofrecen mucho más que eso. Ambas poseen una riqueza natural exuberante y desconocida para muchos, y son escenario de diversos panoramas al aire libre que rompen con lo cotidiano. Hoy, junto a Ladera Sur, hacemos una revisión de la historia de estos balnearios, ligada al paisaje desde sus inicios, y recomendamos cinco imperdibles para los amantes de la naturaleza.

Un poco de historia

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Vista de Zapallar desde el Cerro la Cruz © Catalina Torm

Se remonta a los tiempos prehispánicos, época en que Cachagua y Zapallar pertenecían al Cacique de Catapilco. Sin embargo, una vez llegados los españoles, las tierras fueron entregadas a oficiales conquistadores como premio de sus servicios a la Corona.

En 1971 las localidades pasaron a ser parte de la familia Vicuña y en el año 1884, al realizarse una repartición de los bienes, la Hacienda de Cachagua, que incluía el balneario de Zapallar, llegó a manos de Don Olegario Ovalle Vicuña, uno de los 14 hijos de Don Francisco Javier Ovalle y Doña Isabel Vicuña.

Los registros indican que Olegario era un enamorado de la zona, y que estaba convencido de que estas playas “eran un lugar excepcional, mejor aún que los balnearios de moda en Europa”. Entonces, decidió transformar Zapallar en un rincón privilegiado para veranear.

Destinó la parte alta del balneario, de calles rectas, a sus empleados fieles, y la parte baja, cercana al mar, a todos aquellos que atraídos por la belleza del lugar, decidieran instalarse.

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Zapallar © Catalina Torm

Pese a que era complejo llegar, varios fueron los que se animaron. Don Manuel Valledor fue el primero en levantar su casa en 1892. La segunda fue de don Adolfo Petzold, un alemán que entusiasmó a otros compatriotas que llegaron a colonizar estos sitios, como los Moller, los Schaffer, los Johow y los Lenz, quienes además construyeron los primeros jardines de Eucaliptos, Macrocarpas, Olivos, Pinos y una diversa variedad de flores, que hasta el día de hoy son íconos de la zona.

Pero como toda historia tiene su quiebre, en agosto de 1906 la mayoría de las casas se fueron abajo con el terremoto. Sólo resistió un hotel construido por el hermano de Olegario, Ruperto Ovalle.

Tras este acontecimiento, se dio inicio la segunda fundación de Zapallar y entre los años 1911 y 1920 comenzó un gran auge de construcciones marcado además, por la llegada del agua potable. Años más tarde, Zapallar se transformó en comuna y Cachagua pasó a ser parte de ésta. Desde entonces, el desarrollo de estos balnearios sólo ha sido creciente y hasta el día de hoy, cientos de personas siguen construyendo casas en estas tierras, donde la naturaleza y el paisaje fue, es y seguirá siendo la atracción principal.

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© Catalina Torm

Playas, paisajes y flora

La playa de Zapallar, ubicada en la bahía, es uno de los grandes atractivos de la zona. Se caracteriza por su agua azul profunda y su arena de color amarilla, pero lo que más llama la atención son los bosques frondosos de árboles nativos que la rodean. Un lugar prioritario para la conservación de la biodiversidad, quizás el más importante de la zona central de nuestro país, que cuenta con una extensión de 2.500 hectáreas.

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Playa de Zapallar © Catalina Torm

Por su parte la playa grande de Cachagua, que se destaca por su longitud (5 km), es ideal para caminatas o trotes a la orilla del mar, y sus olas la hacen ideal para practicar surf. Debido a que está repleta de conchas y mariscos, también es perfecta para el buceo y la pesca. En esta zona, abundan principalmente los lenguados y las corvinas, al igual que en la Playa Las Cujas, cercana a la Playa Grande, una caleta de pescadores de color turquesa y arena blanca de conchuela fina.

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Playa de Cachagua © Catalina Torm
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© Catalina Torm

La diversidad de la flora en este espacio geográfico, impresiona a quien lo visita. Podemos encontrar desde especies vegetales como el Lúcumo, especies arbóreas xerófilas como el Litre y especies higrófilas como el Belloto. En las cercanías del mar predominan las plantas perennes que se han adaptado a la humedad y a la sal. Y por otro lado, la vegetación autóctona consta de Boldos, Peumos, Quillayes, Litres y Maquis. Entre las especies introducidas, encontramos árboles como el Eucalipto, el Pino insigne o el Aromo. Así podríamos continuar durante horas, y eso que aún no hemos hablado de la fauna, pero más que nombrar especies, queremos compartir con ellas. Y es por eso que a continuación te dejamos una selección de lugares, que te podrían interesar para ser parte de este tesoro natural, que nos regala la Comuna de Zapallar.

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Vegetación de Zapallar © Catalina Torm

Cuatro imperdibles:

1- Sendero las Cujas

Se trata de una caminata por la costa, de aproximadamente dos horas, que comienza en Zapallar y termina en Cachagua o viceversa. A través de este sendero, podemos ir descubriendo la diversidad del paisaje por un camino compuesto a veces por rocas y otras por ramblas en buen estado. A medida que se avanza, se pueden descubrir increíbles playas escondidas, entre ellas las playas de Pangue y Las Cujas, e incluso una isla donde podemos encontrar especies de pingüinos chilenos, llamada Isla de Cachagua.

Si estamos atentos, lo más probable es que podamos divisar, además, lobos marinos o chungungos (nutrias marinas), típicos animales marinos de esta zona.

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© Amelia Ortúzar

2- Isla de Cachagua

Un atractivo en sí mismo es la ya mencionada Isla de Cachagua, también conocida como la Isla de los Pingüinos. Fue declarada Santuario de la Naturaleza en 1989. Y con justa razón, ya que desde aquí se puede observar una comunidad de pingüinos chilenos, que en algunas épocas del año llega a los dos mil ejemplares. La Isla es área protegida, pero desde la caleta de Zapallar se pueden contratar servicios de paseos en bote.

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Vista de la Isla de Cachagua © Catalina Torm

3- Siete Portones y Quebrada del Tigre

A pocos minutos de Cachagua, se encuentra el Parque Aguas Claras, más conocido como “Siete Portones”, que consta de diversos senderos perfectos para la práctica de Mountain Bike o Trekking. La ruta es atractiva y cambiante, ya que pasa por bosques de Eucaliptus, zonas de arbustos y también sobre el atractivo bosque esclerófilo.

Lo interesante es que los senderos también pueden conectar con la quebrada del tigre, la cual llega hasta Zapallar. En esta última, la vegetación es sorprendentemente frondosa. Podemos encontrar especies como el Belloto del Norte (B. Miersii) y Olivillo (Aetoxicum Punctatum), además de otras típicas de este tipo de bosque, como Peumo, Boldo y Colliguay. Por otro lado las vistas al mar son asombrosas y dignas visitar. Actualmente el este parque está administrado por www.outlife.cl, donde podrás encontrar mayores detalles y el estado de los senderos.

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© Catalina Torm

4- Parque El Boldo

Está ubicado en el cerro que lleva el mismo nombre y se encuentra al norte del balneario de Zapallar. Su particularidad, es que su gran altura, orientación y proximidad al mar, facilitan la condensación de la niebla costera, producto de la corriente de Humboldt, condición clave para el buen desarrollo de su bosque esclerófilo. El lugar se considera Tesoro Nacional, ya que alberga especies escasas de árboles nativos como el Olivillo (Aextoxicon punctatum), el Naranjillo (Citronella mucronata) y el Belloto del Norte (Beilschmiedia miersii).

El parque tiene una extensión de 70 hectáreas, administradas por La Corporación Bosques de Zapallar y pese a que es de dominio privado, está abierto para uso regulado y protegido. Las visitas deben ser previamente coordinadas en info@bosquesdezapallar.cl. Si quieres saber más sobre Cerro El Boldo puedes revisar el siguiente artículo publicado en Ladera Sur.

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© Santiago Figueroa

Venta de casas en Cachagua y Zapallar

Para alojar, o comprar, te recomendamos visitar la alternativas que entrega Mi Segunda Vivienda:

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© Catalina Torm

*escrito por el equipo de Ladera Sur para Mi Segunda Vivienda

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